Cómo hemos cambiado

Aprovechando que el 12 de noviembre es el Día Mundial de la Usabilidad, veamos si las principales páginas web han evolucionado siguiendo los principios generalmente aceptados de esa disciplina.

Hace ya algunas semanas, el sitio web del Telegraph publicaba un artículo en el que mostraba cómo eran 20 sitios web populares  (en concreto, sus páginas de inicio) cuando empezaron. Y hoy, 12 de noviembre, Día Mundial de la Usabilidad… ¿podemos sacar algo en claro sobre cómo han evolucionado esas páginas?

Parece claro que sí. Jakob Nielsen publicaba hace tiempo ya 10 directrices sobre el diseño de páginas de inicio. Y vemos que la evolución de las páginas seleccionadas por el artículo han seguido, al menos, estos dos principios:

  • Acentuar las tareas de mayor prioridad del sitio web
  • Mostrar ejemplos de contenidos reales del sitio

Tomemos, por ejemplo, la página de Wikipedia; así era en 2001:

La Wikipedia, en 2001

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Mejor tomárselo a guasa

Alguna noticias de actualidad llegan a ser tan cansinas que mejor no tomárselas demasiado en serio.

 

En 1972, cuatro de los peores virus de un laboratorio americano que formaban una cepa,

fueron secuenciados por un contagio que no habían cometido.

No tardaron en fugarse de la probeta en la que se encontraban recluidos.

Hoy, buscados todavía por las autoridades sanitarias, sobreviven como enfermedad contagiosa.

Si tiene usted algún problema y se los encuentra, quizás pueda vacunarse…

 

La Gripe A 

 

NOTA 1: recomendable leerlo con esta música de fondo:

NOTA 2: por si alguien (por ejemplo, un viajero en el tiempo recién llegado desde el siglo XIII) no lo identifica…

Nuestro defectuoso código moral (o por qué somos tan tramposos)

Si todos tenemos tan claro que hacer trampa está mal, ¿por qué hay entonces tantos casos de corrupción, robo, soborno? Dan Ariely nos da algunas respuestas.

Ahora que desgraciadamente vuelven a estar “de moda” los casos de corrupción (especialmente en la política), resulta interesante preguntarse si ser un tramposo es algo intrínseco al ser humano; ¿qué le pasa a nuestro código moral? De eso habla Dan Ariely en una de las fantásticas charlas del TED que, dicho sea de paso, deberían ser obligatorias para la población en general.

Carátula de la película 'El golpe' ('The sting')

Ariely empieza narrando su experiencia personal en un hospital para escenificar que nuestras intuiciones no bastan para estudiar un fenómeno: es necesario cuestionarlas y experimentar de un modo científico para poder llegar a resolver los problemas. Aplicado a lo que nos interesa implica que para entender por qué hacemos trampas no basta con nuestras opiniones: tenemos que observarlo desde un punto de visto científico.

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La ciencia en España no necesita tijeras…

Un motivo (más) en contra del tijeretazo a la Ciencia en España

Para que, algún día, dedicarse a la investigación en España no signifique tener que cambiar de lugar de residencia, alejarte de la familia y amigos, y dejar un puesto de trabajo mucho mejor pagado pagado. Y sé bastante bien lo que significa eso.

Iniciativa La Ciencia en España no necesita tijeras

Me adhiero a la iniciativa puesta en marcha por Javi Peláez, de La Aldea Irreductible, para protestar por el drástico recorte propuesto en el capítulo de inversión en I+D en los Presupuestos Generales del Estado

Para muestra, un botón. O dos.

Un curioso detalle en el diseño de mi monitor, tan desagradable como evitable.

Os presento a mi monitor:

Mi monitor 

un LCD de 19″ panorámico, que se ve bastante bien. Pero tiene un pequeño (?) defecto; veamos los botones en detalle:

Detalle del monitor: botones 

¿Notáis algo raro? Efectivamente: el botón “abajo” está arriba, y el botón “arriba” está abajo.

Es posible estudiar teorías de diseño, de ergonomía, de usabilidad, pero muchas veces basta con usar el sentido común. Podéis imaginar lo difícil que resulta manejarse con botones así por los menús del monitor. Todo un reto que resultaría divertido como prueba de habilidad de un concurso, pero que es desesperante cuando quieres bajar el volumen.

Por mucho que lo pienso, no se me ocurre un motivo razonable para colocarlos así que no incluya algún tipo de sustancia ilegal consumida por los diseñadores del monitor. ¿Se os ocurre alguna motivación?

Sexo, Telecinco y arquitectura de información

Una clasificación de contenidos poco habitual para un sitio web de una cadena de televisión.

La arquitectura de información de una web es, en pocas palabras, el modo en que sus contenidos están estructurados y etiquetados. Uno de los primeros consejos en ese aspecto es utilizar una navegación que se adapte a los usuarios y no, por ejemplo, a la estructura interna de la propia organización.

Así que Telecinco lo lleva sin complejos a la práctica en su página web:

 Portada de telecinco.es, con la opción de navegación 'SEXO' destacada

Como véis, no han tenido problema en incluir directamente “SEXO” como una categoría principal de navegación junto a otras que eran más de esperar, como “PROGRAMAS”, “SERIES” e “INFORMATIVOS”, o algunas de contenido más críptico como “MITELE” o “GENTE 5”.

Resulta sorprendente que “SEXO” sea toda una sección en los contenidos de una cadena de televisión de las llamadas “generalistas”, pero es posible que sea consecuencia de un estudio de los intereses de los usuarios de la web ; ya sabemos para qué dicen que es Internet :).

Y si una de las ideas básicas detrás de toda estrategia web debe ser facilitar a los usuarios lo que les interesa y no lo que interesa a la propia compañía, ¿podemos criticar a Telecinco por algo así?

Google y sus patentes: ¿malas noticias para la usabilidad?

Las patentes de diseño en la web, como la conseguida por Google en los últimos días, pueden ser negativas no sólo para los responsables de sitios web sino también para todos los usuarios que las utilizamos.

Leía la semana pasada en Menéame que Google ha conseguido la patente del diseño de su home (página inicial). Mucho se ha escrito ya sobre las patentes (los casos del software y los medicamentos son, valga la expresión, “sangrantes”), aunque podríamos decir como resumen que, si bien en teoría existen para proteger las ideas originales y a sus creadores, en la práctica se convierten en un obstáculo a la innovación:

La creencia que sustenta la necesidad de las patentes y los derechos de autor es que, si no se les da una protección, el creador no va a innovar. “Pero debería ser algo obvio que es la competencia, y no el monopolio de ideas, lo que sustenta la creación”, añade el economista.

El problema añadido es que, en este tipo de patentes, existe un factor negativo más, y es el que afecta a la usabilidad de las aplicaciones web.

 Esquema de la página inicial de Google

Es innegable que muchos de los estándares de facto en Internet provienen de ciertos portales representativos como son Amazon, Ebay y, sobre todo, Google; si un diseñador tiene que crear un sitio web de comercio electrónico, de subastas, o un buscador esas son sus referencias, y antes de crear una interfaz totalmente nueva seguramente se inspirará (cuando no copie directamente) esas otras páginas.

Esto tiene como efecto positivo (si no es la causa) que los usuarios ya saben cómo utilizarlas, y no necesitan aprender cómo funciona cada una de ellas, para lo cual probablemente no tengan suficiente tiempo y/o interés.

Pero ¿qué ocurre si Google y otros sitios web empiezan a patentar y a hacer valer sus derechos sobre esos diseños? Los responsables de sitios web similares podrán optar por pagar los correspondientes derechos por utilizarlos, o bien tendrán que crear una interfaz totalmente distinta. Y esas son las malas noticias: cada sitio web tendrá entonces un aspecto y/o funcionamiento diferentes, y los usuarios tendrán que aprender cómo funciona cada uno de ellos.

Teóricamente esas nuevas interfaces podrían ser mejores que las existentes, pero pocas veces las mejoras se consiguen a través de una ruptura radical con lo existente sino que habitualmente provienen de mejorar lo que ya funciona.

Parece, pues, que en este caso los efectos negativos de las patentes no serían únicamente para los desarrolladores sino también para los usuarios, es decir, todos nosotros.

¿Cómo nos afectarán en la práctica esas patentes?