El término “usabilidad” se ha convertido (no hace falta decir que por desgracia) en uno de esos que, sin conocer exactamente su significado, se le cuelga a cualquier producto tecnológico para que parezca lo suficientemente sofisticado; otros que le han precedido ya no nos dicen nada: alta fidelidad, modular, multimedia, 2.0, … Casi forman parte de eso que algunos llaman economía de la cancamusa.
Por eso es importante no perder de vista cuál es su verdadero significado. Es fácil encontrar definiciones más o menos oficiales de usabilidad, pero podemos quedarnos con que se trata, básicamente, de que los productos sean fáciles de usar. Aunque quizás sea más ilustrativo señalar algunos casos en los que el término no se utiliza con propiedad.
No es funcionalidad
Quizás el error más habitual sea confundir usabilidad con utilidad o funcionalidad, como hace esta entrada de barrapunto:
Por el momento el proyecto iPhone Linux no tiene usabilidad práctica, ya que no da soporte para la pantalla táctil, la comunicación de voz y datos o el sonido
Evidentemente, algo que no se puede usar no puede ser fácil de usar; pero el hecho de que un producto sea muy útil o tenga muchas funcionalidades no implica que sea usable. Más bien suele ser al contrario; por algo Google limita tanto las opciones disponibles en la página inicial de su buscador, y seguro que todos tenemos en mente algún producto tecnológico (sea una lavadora o un MP3) con tantas opciones que acaba siendo inmanejable.
Así pues, una condición necesaria para que un producto sea usable es que sea efectivo; es decir, que cumpla su función. Pero no basta con eso. En una noticia de elmundo.es se dice
El concurso valorará […] y la usabilidad, entendida ésta como que la música tiene que poderse oir bien.
cuando en realidad no se puede decir que la música sea “usable” (como mucho lo sería el reproductor utilizado para escucharla).
No es utilización
Por otro lado, el hecho de que un elemento se utilice más o menos puede llamarse utilización o uso, pero no “usabilidad” como se hace en estas declaraciones incluídas en computing.es:
la mayor parte de las inversiones realizadas han ido a parar a la disponibilidad de los servicios públicos en Internet pero, ¿quién los utiliza?; por ello si no hay usabilidad, es lógico que no haya más inversión.
Es posible que una mayor usabilidad contribuya a que un producto sea más usado, pero basta con echarle un vistazo a la web de la Agencia Tributaria para darse cuenta de que, en ocasiones, un sitio web es muy usado simplemente porque no queda más remedio.
No es accesibilidad
Podemos hablar también de una disciplina “siamesa” de la usabilidad como es la accesibilidad: aparecen casi inevitablemente juntas. Alguna vez he defendido que tratan cuestiones similares pero centradas habitualmente en situaciones distintas. Eso sí, siguen siendo animales diferentes; por eso es claramente inexacto titular (como hace este sitio web) que
W3C anuncia nuevos estándares para la usabilidad
cuando se refiere a las WCAG 2.0, las directrices de accesibilidad de la W3C. O todavía más complicado lo que hace abcdesevilla.es, cuando escribe que
la llamada «usabilidad» del portal, esto es, la accesibilidad por parte de los ciudadanos para realizar trámites burocráticos
refiriéndose de hecho a las funcionalidades disponibles.
¿Lo que realmente importa?
Aunque, pensándolo bien, si se trata de lo que realmente importa, ¿qué más da que le llamemos “usabilidad” a la “utilización”? 🙂
Y lo que sí es lo tenemos en la definicion de la ISO 9241, Parte 11 de lo que es la usabilidad:
the extent to which a product can be used by specified users to achieve specified goals with effectiveness, efficiency and satisfaction in a specified context of use.
http://en.wikipedia.org/wiki/ISO_9241#ISO_9241-11
Wow. Estoy plenamente de acuerdo contigo en que la terminología se usa un poco a conveniencia de cada quien, pero creo que la industria también es responsable de que esto sea así.
Hay muchas definiciones para un concepto, y no todas coinciden. La ISO podría (¿debe?) ser la solución, pero ahora mismo no lo es, por que se ha adaptado a diversas necesidades. Aunque como dice Olga es cierto que si resulta operativa. Si te interesa el tema Nigel Bevan lo ha trabajado bastante y tiene varios papels recopilando y comparando definiciones.
A mi me parece que esta situación es un problema serio, y que no este claro algo tan básico nos lastra mucho.
Por cierto. Muy guay tu blog.
Desconozco el resto del contenido del blog, acabo de leerme este artículo, pero eso de que el blog es guapo…
Le falta… como decirlo: Usabilidad.