Uno de los principios básicos y más conocidos de usabilidad web es que los usuarios no leemos una página web del mismo modo en que lo realizamos con un texto sobre papel. Más aún; el mayor experto en el tema, Jakob Nielsen, asegura que ni siquiera se le puede llamar “leer” a lo que hacemos, sino que es más bien “escanear“, barriendo con la vista los textos, deteniéndonos en determinados puntos, pero raramente leyendo palabra por palabra todo el contenido.
La consecuencia lógica es que los autores de contenido para sitios web deberían adaptar el estilo de sus textos para facilitar ese modo de lectura. Entre otras cosas, se recomienda:
- resaltar los términos importantes (por ejemplo, con negritas o incluso con enlaces)
- utilizar listas con viñetas (puntos) como esta misma
- escribir empezando por las conclusiones y/o las ideas más importantes (pirámide invertida)
- incluir una idea por párrafo
- utilizar pocas palabras, evitando los adornos innecesarios
- usar términos con significado para el lector
Por desgracia, la mayoría de textos que encontramos en Internet no tienen en cuenta esos consejos. Eso sí; sería de esperar que los propios artículos que hablan de usabilidad web los siguieran a rajatabla. Hagamos un pequeño experimento: una búsqueda, más o menos aleatoria, de textos especializados sobre usabilidad web y…
Usabilidad de textos sobre usabilidad
Haciendo un rápido análisis (más como muestra que como estudio) de los textos sobre usabilidad encontrados, la impresión es que, efectivamente, siguen las pautas anteriores en mayor medida que otro tipo de páginas: suelen estar divididos en párrafos de una sóla idea, estructurados en diferentes partes con títulos significativos… Pero, por regla general, se quedan bastante lejos de la ortodoxia del propio Nielsen, cuyos artículos suelen empezar con un breve resumen, incluyen párrafos más sencillos, más listas con viñetas, negritas, … En términos generales, sus artículos son más esquemáticos y, por tanto, más cómodos de leer en pantalla que el resto de artículos sobre usabilidad.
¿Por qué los autores más sensibilizados con estos temas (no me atrevo a decir “expertos”) no somos tan estrictos a la hora de escribir nuestros textos? ¿No sería lógico que diéramos ejemplo? Especulemos con algunos de los posibles motivos para que no sea así:
Es trabajo extra
Editar y formatear el texto lleva su tiempo; puede no parecer excesivo, pero interrumpe el flujo narrativo (si se le puede llamar así) de la persona que escribe. O bien requiere un tiempo extra de edición al finalizar la escritura, antes de la publicación. Y no nos engañemos: una vez le has dedicado un cierto tiempo al artículo, estás deseando publicarlo cuanto antes.
Las herramientas no ayudan
Las herramientas de publicación en Internet (por ejemplo, los gestores de blogs) no son tan potentes ni tan rápidos como otro tipo de editores; por ejemplo, si el autor tiene que introducir códigos especiales para darle formato al texto, es menos probable que lo haga.
Los comentarios asociados a un artículo son una buena muestra: habitualmente requieren introducir etiquetas HTML para crear negritas, enlaces, etc.; y por eso mismo los comentarios suelen estar en forma de texto plano.
En el extremo, puede que la herramienta de publicación ni siquiera permita ese tipo de texto enriquecido; sin ir más lejos, la lista de correo de Cadius (una comunidad de profesionales en usabilidad) se publica adicionalmente en formato web; los correos utilizan texto plano, lo que garantiza que todos los lectores podrán acceder a ellos sin problemas, pero impide utilizar muchas de las pautas comentadas que facilitarían su lectura.
Otro sistema de publicación de contenidos para Cadius (un blog colaborativo, un foro, etc.) permitiría esas y otras funcionalidades (navegación mejorada, agrupación por temas, notificaciones por RSS), manteniendo la posibilidad de recibir avisos y/o contenidos por email. Pero eso es otro tema que parece que no se plantean por ahora …
Apariencia de seriedad
En el fondo puede que un texto homogéneo, de párrafos largos, parezca más apropiado para un artículo académico “serio” que algo relativamente fácil de leer, de aspecto más informal. Es más; un texto de ese tipo es adecuado para leer en pantalla, pero puede ser menos adecuado al trasladarlo a otro soporte (por ejemplo, en formato impreso).
No es tan importante
¿Puede que en el fondo no consideremos tan imprescindible seguir las normas de escritura para la web? Se trataría de unas pautas extremas que hay que tener presentes pero no seguir a rajatabla; todos conocemos esa experiencia de dar consejos a otros que, en el fondo, nosotros mismos no seguimos.
Pero no se trata sólo de textos sobre usabilidad
Es muy posible que el motivo último de que ni siquiera nosotros llevemos al extremo las pautas de escritura en la web sea, en realidad, una combinación de estas (y otras) causas. De todas formas, no se trata de un asunto que afecte únicamente a un determinado tipo de textos técnicos.
Hacer una cierta introspección e identificar los verdaderos motivos, no sólo permitiría facilitar la lectura de nuestros artículos, sino que además (y más importante) ayudaría a entender las motivaciones del resto de autores y a conseguir que escribieran textos más fáciles de leer y así facilitar las cosas a los usuarios, que es de lo que se trata, ¿verdad?