Los que no se juegan el pellejo

¿Se ven nuestros gobernantes realmente afectados por las decisiones que toman? Parece que la respuesta es no. Y eso, como explica Nassim Taleb en 'Antifrágil', es un grave problema.

Portada del libro 'Antifrágil'¿Cuál es la manera más práctica de repartir una tarta entre dos personas? No es necesario acudir a un tercero; basta simplemente con que una de ellas haga las partes, y la otra elija con cuál se queda. Y funciona porque todos los que participan se ven afectados por el resultado.

Esa es una idea que se repite constantemente en Antifrágil (continuación lógica de El Cisne Negro, la anterior obra de Nassim Taleb). Insiste Taleb una y otra vez en que no podemos dejar que personas que no se juegan nada tomen decisiones; ni siquiera tenemos por qué escuchar sus opiniones. ¿Por qué? Porque esas personas no tienen la piel en el juego (“skin in the game”).

La idea fundamental del libro es que los sistemas más o menos complejos (por ejemplo, la economía o el cuerpo humano) pueden reaccionar de tres maneras ante sucesos imprevistos: verse afectados negativamente (son “frágiles”), ser más o menos inmunes (son “robustos”), o beneficiarse de ellos (Taleb los llama “antifrágiles”). Y el problema con las opiniones de los no involucrados es que no se ven afectados por la fragilidad que usualmente provocan. 

La prueba de que no se trata de una idea excepcionalmente novedosa es la cantidad de expresiones que ya tenemos para referirnos a situaciones similares. “Jugarse el pellejo”, “predicar con el ejemplo”, “jugarse las habichuelas” o, en sentido opuesto, “haz lo que yo diga, no lo que yo haga” son más que habituales en nuestro lenguaje.

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Un gobierno en funciones no puede aprobar la ley Sinde

Hoy verás este texto en decenas de blogs. Si estás de acuerdo con él, reprodúcelo y/o enlázalo donde consideres oportuno.

Ante la previsible aprobación de la polémica “Ley Sinde”, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de Internet seguimos manifestando –como hicimos en el Manifiesto de 2 de Diciembre de 2009– nuestra firme oposición a una norma que incluye modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet.

En principio no parece de recibo que un Gobierno en funciones adopte esta decisión en su último o uno de sus últimos Consejos de Ministros. Sería doblemente grave que se confirmaran las presiones ejercidas por EEUU, a través de su embajada en Madrid, como revelaron los cables de Wikileaks.

En todo caso insistimos en estos razonamientos:

  1. Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
  2. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
  3. La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
  4. La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
  5. Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
  6. Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
  7. Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
  8. Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
  9. Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
  10. En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

Platón tampoco les habría votado

Si creéis que los problemas de la política son algo novedoso, leed lo que escribía hace unos 2.400 años el filósofo griego.

#nolesvotes“Lo mismo que se lleva a los potros adonde hay ruidos y barullo con el fin de comprobar si son espantadizos, igualmente hay que enfrentar a nuestros hombres, cuando son jóvenes, con cosas que provoquen temor y luego introducirlos en los placeres. Con ello los probaremos mucho mejor que al oro con el fuego y comprobaremos si el examinado se muestra incorruptible y decente en todas las situaciones, buen guardián de sí mismo y de la música que ha aprendido, y si se comporta siempre con arreglo a las leyes del ritmo y la armonía; si es, en fin, como debe ser el hombre más útil tanto para sí mismo como para la ciudad. Y al que, examinado una y otra vez, de niño, de muchacho y en su edad viril, salga airoso de la prueba, hay que instaurarlo como gobernante y guardián de la ciudad, concederle en vida dignidades y, una vez difunto, honrar sus despojos con los más solemnes funerales y su memoria con monumentos; pero al que no sea así hay que desecharlo. Tal me parece, Glaucón -concluí-, que debe ser el sistema de selección y designación de gobernantes y guardianes.”

[…] Y así la ciudad nuestra y vuestra vivirá a la luz del día y no entre sueños, como viven ahora la mayor parte de ellas por obra de quienes luchan unos con otros por vanas sombras o se disputan el mando como si éste fuera algún gran bien. Mas la verdad es, creo yo, lo siguiente: la ciudad en que estén menos ansiosos por ser gobernantes quienes hayan de serlo, ésa ha de ser forzosamente la que viva mejor y con menos disensiones que ninguna; y la que tenga otra clase de gobernantes, de modo distinto.

Platón, La República (siglo IV a.C.)

#nolesvotes (consulta las preguntas frecuentes sobre #nolesvotes si tienes dudas)

Me creeré un programa electoral cuando…

… incluya no sólo las acertadas decisiones e importantes acciones que va a llevar a cabo cada partido político si es elegido para gobernar, sino también todo lo que NO van a hacer. Porque gobernar implica elegir, dedicando recursos limitados…

… incluya no sólo las acertadas decisiones e importantes acciones que va a llevar a cabo cada partido político si es elegido para gobernar, sino también todo lo que NO van a hacer.

Porque gobernar implica elegir, dedicando recursos limitados (dinero, tiempo, …) para conseguir unos objetivos a cambio de renunciar a otros. ¿Se atrevería algún líder a decirnos cuáles serán esas renuncias?

Y es que uno escucha declaraciones, lee programas, y ve entrevistas a líderes políticos, y se siente como un niño pequeño al que prometen que mañana conseguirá cualquier cosa que desee si se porta bien. No nos deberíamos dejar engañar; al menos, no los que no aceptamos dogmas en otros ámbitos.

Frankenstein, de campaña electoral

Igual que una teoría científica sólo se puede considerar como tal si es falsable (es decir, que pueden aparecer casos que nos muestren que no es válida), sólo deberíamos tomarnos en serio una promesa electoral si va acompañada de lo que no se hará a cambio.

La teoría gravitacional de Newton es una teoría científica porque cualquier observación que no se ajuste a sus predicciones demuestra que no es válida. Que, de hecho, es lo que ocurre cuando se hacen mediciones con la suficiente precisión, que sí son explicadas por la teoría relativista de Einstein (que, a su vez, también son falsables por observaciones que no fueran explicadas por ella).

Exijamos a los políticos que nos expliquen de dónde va a salir el presupuesto si se bajan los impuestos, o en qué partidas se van a invertir menos recursos. Que nos digan a quién no van a subir las penas cuando quieren endurecer las de determinados delitos. Que nos aclaren con qué países nos vamos a llevar peor como consecuencia de llevarnos mejor con otros.

Entonces los partidos políticos dejarán de parecerse más a una religión, imposible de falsear, siempre con una explicación a cualquier realidad que pueda aparecer.

Y que no necesitan razonamiento, sino… fe.

PD: lástima que no podamos votarlos a ellos: