Leo hoy varios artículos y referencias a un estudio según el cual, a la hora de navegar por Internet, los hombres valoran más que las mujeres la velocidad de descarga, mientras que estas últimas ponen más importancia en la facilidad de uso. No cabe duda de que el titular es lo suficientemente llamativo como para que se haya difundido por la red, pero una lectura más detenida hace surgir algunas dudas (ya se sabe que no se puede fiar uno de la mayoría de estudios que se publican en los medios).
- Para empezar, cabría preguntarse si las diferencias son estadísticamente significativas; es decir, si la diferencia es suficientemente grande como para que signifique realmente algo, o es simplemente consecuencia de una variación aleatoria.
- También habría que tener en cuenta la representatividad de la muestra: no se pueden extrapolar los resultados obtenidos de un grupo de estudiantes universitarios a la población en general.
- Y por último, la más sutil pero no la menos importante: hay una gran diferencia entre lo que las personas dicen, y lo que realmente hacen. Así que no basta con una encuesta para conocer los hábitos de los usuarios; especialmente cuando estamos hablando de usabilidad y experiencia de usuario, se trata de observar lo que hacen, NO lo que dicen.
Siempre es interesante conocer los resultados de este tipo de estudios, pero no está de más ponerlos en cuarentena, especialmente cuando son tan llamativos como en este caso.
¿Cuántos habrán leído realmente el artículo original que da pie a la noticia?
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