Hace algunos días me encontraba explicándole a alguien el procedimiento para introducir nuevos peces en un acuario (sí, ese es mi vicio húmedo), cuando me di cuenta de que probablemente el destinatario iba a olvidarlas rápidamente… Los pasos son, básicamente, estos:

De algún modo, eso me hizo recordar los tres niveles de diseño emocional descritos por Donald Norman en su libro Emotional Design: visceral, conductual y reflexivo.

Las instrucciones, dadas de ese modo, tienen poco contenido emocional, lo que hace que perduren poco tiempo en la memoria. Únicamente se contempla el nivel intermedio de los tres, el conductual, y de manera poco profunda, proporcionando únicamente información sobre cómo hay que hacer las cosas. Nada más.

¿Sería posible modificar esas instrucciones para que afectaran a los otros niveles del diseño emocional, y fueran así de mayor impacto y mejor recordadas por los usuarios? Se me ocurrió entonces algo así…

Conductual

Como ya he dicho, las instrucciones anteriores contemplan el nivel conductual, que es el que afecta a cómo hay que hacer las cosas para que funcionen. Pero incluso a ese nivel, las instrucciones no indican el por qué de cada uno de los pasos. Por tanto, se podrían complementar con algo así:

Eso reforzaría el nivel conductual, y al indicar por qué hay que seguir esos pasos, es más probable que el usuario los recuerde.

Visceral

El nivel visceral afecta de manera inconsciente y de manera directa a los instintos más básicos; se trata del impacto inicial ante el diseño. ¿Se podría añadir algo así en nuestras instrucciones? Se me ocurre, por ejemplo, añadir imágenes a las instrucciones y apelar a cierta empatía con los peces.

El resultado sería como este:

Para evitar sufrimientos a los nuevos habitantes de su acuario, siga las siguientes instrucciones.     

1. INTRODUCIR LA BOLSA CON LOS PECES DENTRO DEL ACUARIO, SIN ABRIRLA. Para que la bolsa adquiera la misma temperatura del acuario.
2. TRAS UNOS MINUTOS, TOMAR UNA PEQUEÑA CANTIDAD DE AGUA DEL ACUARIO E INTRODUCIRLA EN LA BOLSA. De ese modo, los peces se acostumbrarán gradualmente a las características del agua del acuario.
3. TRAS UNOS MINUTOS MÁS, INTRODUCIR ÚNICAMENTE LOS PECES EN EL ACUARIO CON UNA RED; DESECHAR EL AGUA DE LA BOLSA (NO VACIARLA EN EL ACUARIO). Ya que podría contener microorganismos u otras sustancias que perjudicarían el equilibrio del acuario.

 Reflexivo

El nivel reflexivo se corresponde con el modo en que nos vemos a nosotros mismos, a nuestro comportamiento y a cómo nos ven los demás; tiene que ver con sentimientos como orgullo, prestigio, etc. ¿Se puede añadir algo de ese tipo a nuestras instrucciones? Podemos intentarlo:

Para evitar sufrimientos a los nuevos habitantes de su acuario, siga las siguientes instrucciones.     

1. INTRODUCIR LA BOLSA CON LOS PECES DENTRO DEL ACUARIO, SIN ABRIRLA. Para que la bolsa adquiera la misma temperatura del acuario.
2. TRAS UNOS MINUTOS, TOMAR UNA PEQUEÑA CANTIDAD DE AGUA DEL ACUARIO E INTRODUCIRLA EN LA BOLSA. De ese modo, los peces se acostumbrarán gradualmente a las características del agua del acuario.
3. TRAS UNOS MINUTOS MÁS, INTRODUCIR ÚNICAMENTE LOS PECES EN EL ACUARIO CON UNA RED; DESECHAR EL AGUA DE LA BOLSA (NO VACIARLA EN EL ACUARIO). Ya que podría contener microorganismos u otras sustancias que perjudicarían el equilibrio del acuario. 

Así es como los expertos en acuarios consiguen que sus peces sean felices en su nuevo alojamiento.

Para finalizar

¿Quiere decir eso que este último diseño es óptimo? No necesariamente; habría otras cosas a tener en cuenta. Es probable que las instrucciones se entiendan mejor con un pequeño dibujo asociado a cada paso, o que se puedan reescribir las instrucciones para que sean más breves y fáciles de entender. En todo caso, me parecía un buen ejemplo de cómo tener en cuenta los diferentes niveles de diseño emocional descritos por Norman puede ayudar a que un diseño consiga su objetivo.

Y a que los peces sean más felices.