Mucho (incluso más de lo habitual) se ha hablado últimamente de Facebook y su interfaz. En muchas ocasiones, para criticar su nuevo diseño, incluso llegándose a afirmar que habían bajado las visitas un 25% como consecuencia de su nuevo diseño, lo cual da pie a algunas reflexiones:
- Hay que tener cuidado con las conclusiones precipitadas. Parece que en realidad lo que han cambiado básicamente son los accesos a las aplicaciones más utilizadas, pero el número de visitas globales no ha sufrido grandes cambios. Ya se sabe que hay mentiras, grandes mentiras y estadísticas…
- Incluso si fuera cierto que el nuevo diseño provoca menos visitas, ¿es necesariamente un factor negativo? Cabría la posibilidad de que el nuevo diseño fuera más eficiente, de modo que los usuarios necesitaran menos visitas para obtener las mismas funcionalidades.
- Cualquier nuevo diseño en una aplicación con un número de usuarios tan elevado va a provocar comentarios en contra; la inercia y la costumbre de sus usuarios es un factor a tener en cuenta. Antes de hacer un cambio así es necesario decidir si las mejoras de la nueva interfaz son suficientes como para contrarrestar esos factores.
Sin embargo, personalmente creo que los últimos cambios de interfaz no resuelven algunos de los problemas más profundos que afectan a Facebook.
Los verdaderos problemas de Facebook
Estos podrían ser algunos de los factores de fondo que afectan a cómo percibimos los usuarios de Facebook sus funcionalidades:
- Visibilidad de la información publicada. En el momento de publicar una foto, un comentario, etc… ¿Somos realmente conscientes de quién va tener acceso a esa información? Normalmente tendremos en mente a nuestros amigos directos, pero ya sabemos lo sencillo que resulta que otras personas puedan visualizar nuestras publicaciones. Las opciones de privacidad de Facebook permiten configurar y limitar esas características, pero no estaría mal que Facebook lo hiciera más visible; por ejemplo, indicando explícitamente y permitiendo configurar quién va a visualizar cada elemento en el mismo momento que lo publicamos.
- Los distintos elementos son confusos: ¿qué diferencia hay entre un estado y una nota? ¿Y entre publicar un enlace y un vídeo? ¿Qué es lo que aparece en los muros? ¿Le envío a un amigo una nota, un mensaje, un toque? Las posibilidades de publicación y comunicación de Facebook son muy numerosas, tanto que resultan confusas tanto en nomenclatura como en funcionalidad.
- Poca diferenciacion entre aplicaciones de Facebook, aplicaciones de terceros y publicidad. La interfaz de Facebook mezcla los tres tipos de información, y seguro que muchos de nosotros queremos quedarnos con las funcionalidades básicas de contacto sin recibir invitaciones de “guerra de pandillas” y similares.
- No hay soporte para nicknames. Probablemente, muchos de los usuarios de Facebook están acostumbrados a utilizar su “identidad digital“, basada en un nickname o pseudónimo que se utiliza en chats, foros, etc. Sin embargo, Facebook únicamente permite utilizar tu nombre real (a pesar de lo reacios que son muchos internautas a hacerlo), y no existe un lugar específico para ese nickname, con lo cual las personas que te conozcan a partir de él van a tener difícil localizarte. Este factor es especialmente problemático si tenemos en cuenta que Facebook parece tener su nicho en los contactos personales, mientras que los profesionales parecen tomar más importancia en otras aplicaciones como LikedIn o Xing.
En resumen, los cambios realmente importantes en Facebook deberían ir en un sentido que aumentara la privacidad (tanto percibida como real) de los usuarios y su control, y que simplificaran y clarificaran las diferentes opciones de comunicación. Y eso va más allá de un simple cambio de la ubicación de los elementos en la página inicial.
Pingback: meneame.net